viernes, 5 de octubre de 2012

CRÓNICA DE UN SUEÑO LLAMADO MARATÓN

Han pasado ya unos días desde que el pasado domingo corriera en Berlín, tiempo necesario para recuperarme tanto física como mentalmente y poder invertir un rato en contar como fue mi primera aventura maratoniana.
Lo primero era llegar a Berlín y para ello decidí viajar a Madrid el viernes por la tarde, con objeto de descansar allí y no tener que madrugar al día siguiente para coger el avión. A las 8 suena el despertador, había que desayunar y llegar al aeropuerto para coger el avión antes de las 10:00. Hasta aquí todo perfecto, pero como suele pasar la hora de embarque se retrasa y no suficiente con ello cuando ya estamos montados en el avión a punto de despegar le comunican al piloto que hay mucho tráfico y hay que esperar. Que infierno, una hora más sentado en un asiento en el que pareces encoger por momentos. Finalmente y tras aterrizar en Berlín hay que buscar el hotel, así que un tren y camino de la ciudad. Menos mal que Alicia hacia de guía y ya conocía todo aquello.
Reconozco que en estos momentos estaba agobiado, aún tenía que coger el dorsal, saber lo que tenía que hacer con los avituallamientos, salir a rodar 20min, cenar y por supuesto descansar (como para no estar agobiado).
Recogido el dorsal y entregados los avituallamientos, volvemos al hotel y sin pensarlo me cambio para salir a rodar 20min. Para mí es un momento importante, porque asocio mucho las sensaciones que tengo con el día de la carrera. Para sorpresa mía, las sensaciones son inmejorables, yo diría que mejores que nunca así que llego al hotel pletórico, con las pilas cargadas y pensando ya en el día siguiente.



El transcurso de la noche no me sorprende mucho, apenas consigo conciliar el sueño y solo repaso una y otra vez el guión que quiero seguir al día siguiente.
Por fin, a las 5 de la mañana suena el despertador, hay que desayunar y dar un paseo para que el cuerpo a las 9 de la mañana este activado.
A las 8 rumbo a la salida, solo queda calentar y salir a cumplir un sueño.


A las 9 de la mañana, con puntualidad Suiza, se da la salida. Rodeado de los mejores atletas y otras 40.000 personas es difícil controlar los impulsos, así que la salida es fulgurante. Rápidamente me doy cuenta de que mi ritmo es otro y que es demasiado pronto para hipotecar la carrera. 

Transcurridos 2km la carrera comienza a poner las cosas en su sitio y viendo el tiempo me doy cuenta de que los atletas que marchan a mi lado serán la compañía de carrera perfecta. No pueden ir las cosas mejor, uno de los integrantes del grupo lleva una liebre que pasa los kilómetros entre 3´16 y 3´20 con paso uniforme y sin tirones.


 Yo colocado detrás veo pasar los kilómetros, incluso me da tiempo a ver los monumentos que nos encontramos al paso de la carrera.
Las sensaciones son buenas, las piernas funcionan como deberían pero a partir del kilómetro 18 mi estómago no está del todo bien y solo pienso en que sea algo pasajero. No más lejos de la realidad, a medida que pasan los kilómetros la cosa va a peor y entonces sé que así no llegaré a meta. 
No hay tiempo para pensar y se que tengo que parar, el problemas es ¿donde?, un circuito abarrotado y en medio de la ciudad limitan mucho las cosas, así que sufro hasta el km 24 donde por fin encuentro un sitio donde parar. Los matices sobre este tema mejor las obviaremos jajaja.
De vuelta al circuito mi cabeza solo es capaz de pensar que el objetivo se escapa y que aún quedan 18km por delante. Sin embargo, el fracaso no va conmigo y no había llegado hasta Berlín para retirarme, así que mirando adelante veo que el grupo de las primeras chicas cuyo objetivo era bajar de 2´20 marchaba a no muchos metros por delante. En ese momento cambié el chip y me fui con fuerza a por el grupo. Transcurridos 2km ya me encuentro en el grupo, llevo fuerza y pienso en marcharme en solitario, pero 16km solo podrían ser un suicidio y más viendo que el ritmo del grupo era bueno 3´18 por km y que bajar de 2´20 iba a ser harto complicado.
Pasan los kilómetros y en el 37 noto que las piernas ya no sienten, corren como si fuera por inercia, y que no responden a las órdenes de mi cabeza. Solo quedan 5km y viendo el reloj del coche solo hago que hacer cuentas tratando de calcular el ritmo final. Se que no estoy muy lejos de mi objetivo a pesar de los contratiempos, pero los excesos no me han dejado mucha fuerza para alardes.
Kilómetro 41, no queda nada y hay que morir matando, así que cierro los ojos, y impulsado por el griterío de la gente que abarrotaba las calles (impresionante a lo largo de los 42km) me vacío en busca de un sueño que ya no estaba tan lejos.

Un último mil espectacular hasta la puerta de Brandenburgo desde la que se atisba la meta y donde el reloj me hace ver que mi sueño se me escapa entre los dedos. Finalmente 13 seg me separan de mi objetivo, siento rabia y se me escapa algún que otro juramento; eso si, sin mucho fervor, después de 42km las fuerzas son las justas para mantenerse en pie.
Ya en frío, y después de una ducha en el hotel, las cosas se ven de otra manera. Soy consciente de que la marca a pesar de todo es buena 2:20:13 y que el 2:18 ese día era posible. Me doy cuenta de que el trabajo, hasta ese día una incertidumbre, había funcionado y lo mejor de todo es que era mi propio plan de entrenamiento. Me dio pena porque el atletismo es un deporte en el que 2+2 no suman 4 y que es mas común que las cosas no salgan como deben, que las veces que si. 
Una vez más, orgulloso de mi mismo por tener esa capacidad de sufrimiento y seguir adelante cuando las cosas más cuesta arriba se ponen y cuando lo fácil habría sido retirarse.
Ahora toca un merecido descanso, buscando nuevos retos y por supuesto buscando una nueva fecha para la próxima maratón
 

4 comentarios:

  1. Aunque el tiempo oficial diga que no has bajado de las 2h20' tú sabes que lo has bajado de sobra. Y no solamente por ese minuto (o el tiempo que haya sido) de la parada a la que te has visto obligado, sino porque supongo que seguramente los Km precedentes no hayan sido del todo efectivos por estar más pendiente de las molestias que de la carrera en sí.


    En cualquier caso, hay que felicitarte por muchas cosas:

    - por la marca conseguida
    - por la capacidad de reponerte a los contratiempos en carrera
    - por la capacidad de sufrimiento que has demostrado en la carrera y en los duros meses de entrenamiento previo
    - por la ilusión que has demostrado con el fin de conseguir tu objetivo
    - porque, de alguna forma, has transmitido esa ilusión a muchas personas que el domingo estábamos pendientes de tu carrera (desde luego, en la carrera de relevos del domingo, éramos muchos los que hablábamos del resultado que obtuviste)

    Por tanto Kike, no me sale otra cosa más que darte la ENHORABUENA y desearte un buen futuro en esta distancia.

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  2. Muchas felicidades Kike!!! has luchado mucho por conseguir esto, hasta te has quitado de cosas que hace unos años ni lo hubieras pensado (me refiero a las fiestas), así que después de lograr lo que has logrado es hora de relajarse y de que te sientas tan orgulloso de ti, como los demás lo estamos.
    Recuperate, y este solo ha sido un pequeño paso de todos los muchos que te quedan por dar.
    1 abrazo crak!!! y que esos 13 segundos no e hundan, que es un tiempazo.

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  3. Felicidades Quique¡¡¡,tuve la suerte de ver la maraton en eurosport y tambien me alegro y emociono verte en el km 25 y en los instantes finales como las camaras te apuntaban al ir con la primera y se vio tambien tu fuerte cambio de ritmo final que casi asusto a la primera chica, se ve de hecho como se sorprende al ver como la pasas,aunque tu carrera era otra y te salio muy bien,seguro que habrias bajado de 1h:19 de no haber tenido ese contratiempo,tu mismo asi lo sientes y lo demostraras en la siguiente.Hay que estar muy convencido para aventurarse en una preparacion tan exigente como la que has llevado y no tener miedo al fracaso,todo ello admirable y encima se puede decir que te salio muy bien y casi no hubo muro que rompiera tus expectativas.Por cierto soy el unico que doblaste en el Rabanedo,que alguien de tu calidad me doble reconforta,no estoy tan mal,mas bien es que eres un tiro,jajaja.
    Un abrazo y sigue contando cosas por aqui que seguro son interesantes.

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    1. En primer lugar gracias por las felicitaciones y sobre todo por seguirme por eurosport. Tragarse una maratón también tiene mérito.
      Viendo la foto si que me acuerdo de ti, no porque te doblara, sino me acuerdo que te animé. Solo te puedo decir que para mi es tan admirable el que llega el primero como el que llega el último, porque el esfuerzo es el mismo. Además, seguro que si practicas este deporte es por superación personal y eso es lo que vale.
      Espero seguir viéndote por las carreras y si me ves no dudes en saludarme, para mi será un placer conocerte en persona y poder ayudarte en lo que sea.
      Un saludo

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